Ingredientes:
Tres litros de agua.
Tres litros de aceite o kilos de grasa.
Medio kilo de sosa cáustica.
Azulete, resina o sal.
Un barreño grande.
Un palo para remover.
Paso 1
Mezclamos la sosa y el agua dentro del barreño y dejamos reposar toda la noche.
Paso 2
Al día siguiente, añadimos poco a poco el aceite o la grasa, mezclando siempre hacia la derecha.
Paso 3
Agregamos el azulete, la resina u otra sustancia aromatizante.
Paso 4
Dejamos reposar para que se solidifique.
Paso 5
Cortamos el jabón resultante en porciones.
LA COLADA Y LA CENIZA
En la actualidad, tenemos electrodomésticos que nos ayudan en la limpieza de la ropa, y en cualquier tienda podemos comprar detergentes y lejías industriales.
Antiguamente, y hasta las primeras décadas del siglo XX, la colada era una actividad cotidiana en los hogares. Cuando la ropa blanca y las sábanas se habían lavado y aún estaban húmedas, se introducían dentro de la tina, un recipiente de cerámica o zinc con un agujero en la parte inferior. La boca se cubría con un cernadero, lienzo que hacía de colador, sobre el cual se ponía la ceniza y se vertía agua caliente. El agua se filtraba hasta salir por el agujero, y se repetía el proceso hasta que la ropa quedaba blanca y desinfectada. La ropa de color se lavaba con el agua resultante de la colada. Con la llegada de la lejía industrial, esta actividad prácticamente desapareció.
Texto: Mapamundi produccions, SL. Arxiu municipal. Correcciones: TradBcn.